CHRIS WARE, LA REVOLUCIÓN DEL LENGUAJE NARRATIVO
La obra de Chris Ware es, tanto temática como estilísticamente, muy reconocible. En los últimos años su estilo ha influenciado a multitud de dibujantes de cómics, guionistas, artistas plásticos, escritores e interpretes que, en mayor o menor medida, han adoptado algunas de las propuestas y soluciones de Ware.
Su novela gráfica Jimmy Corrigan, el niño más listo del mundo ha permitido obtener el reconocimiento tanto de la crítica como del público, siendo publicada en múltiples países y habiendo obtenido abundantes galardones (ganó, entre otros, el Guardian First Book Award en 2001 —siendo la primera vez que una novela gráfica gana un premio literario en el Reino Unido así como el premio al mejor álbum en el, el Festival del comic de Angouleme en Francia en el 2003. Su obra, además, ha salido de los medios impresos para llegar a los circuitos habituales del al Whitney Museum of American Art (2002) y el Museum of Contemporary Art, Chicago (2006).
Pese a ser el mayor renovador y experimentador del género en los últimos años, sus raíces se hunden en los autores clásicos de tiras y planchas de prensa estadounidenses de principio de siglo XX, principalmente Winsor McCay (Litle Nemo in Slumberland), George Herriman (Krazy Kat) y Frank King (Gasoline Alley). Ware, al igual que estos, no entiende el cómic como ilustración, ni como literatura, ni como una simple yuxtaposición de ambas, sino como un todo distinto de lo anterior. Juega con la plancha, huyendo de la habitual secuencia lineal de viñetas. Imagen y texto se funden: la imagen actúa como texto, simplificando el dibujo y convirtiéndolo, a veces, prácticamente en un simple signo, alejándose del realismo, el texto, por el contrario, actúa muchas veces como imagen, retorciéndose, ocupando de forma completa la página, siendo más que escrito, dibujado. Así, no puede decirse que Ware sea solamente un escritor o un dibujante, sino que también es un tipógrafo, un diseñador. Todo lo anterior lleva a un dibujo icónico, de líneas rectas y colores planos, usando sencillas perspectivas. Todos los recursos estilísticos están dirigidos a la transmisión de sentimientos.
Su estilo, inspirado principalmente en los dibujantes de cómics estadounidenses de principios del siglo XX (Winsor McCay y Frank King, entre otros) y el diseño gráfico de las publicaciones de dicha época, aunque a veces acusado de frío, demuestra un dominio exquisito de las capacidades del medio, así como un afán continuo de experimentación, pudiendo considerarse a Chris Ware como unos de los principales renovadores del género en la actualidad.
Censurada una ilustración de Chris Ware.La portada de 'Fortune'
La revista Fortune ha censurado la portada del número de mayo, en el que anualmente da a conocer el ranking de las 500 empresas más poderosas de EEUU según su volumen de ingresos. La publicación encargó al dibujante Chris Ware el diseño de la primera página, pero el resultado no ha sido el esperado.
A simple vista, la portada parece inofensiva, pero si se amplía la imagen y se aprecian los detalles, no tiene desperdicio.
Unos inmensos rascacielos, que dibujan el número "500", aplastan una ciudad en ruinas. Sobre ellos, codiciosos ejecutivos bailan mientras extraen billetes de la Reserva Federal (FED) con helicópteros.
O el poco interés por los derechos humanos(Guantánamo) de uno de los países más capitalistas del mundo.
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